Foto: Gentileza de La Voz del Interior.
Muchos países, dentro de los que se encuentra Argentina, festejan el 22 de noviembre el día de la música. Esta fecha fue elegida en conmemoración al fallecimiento de quien fuera nombrada patrona de la música por el Papa Gregorio XIII en 1594. Santa Cecilia es recordada por haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos y, según cuenta la leyenda, porque al ser ejecutada alrededor del año 180, luego de ser perseguida por sus creencias religiosas, entonó un dulce canto como alabanza a Dios.
Por su parte, la UNESCO declaró, en 1975, el 1 de octubre como el 'Día Internacional de la Música' para conmemorar sus diversas manifestaciones y su trascendencia a nivel internacional. Este día de celebración varía según el país, pero el motivo de festejo es el mismo: honrar la música y a los músicos.
Si hay alguien que sabe, le gusta y que le ha dedicado su vida a la música es Daniel Schapiro. Este neuquino, padre de dos hijos, casado hace veinte años con su actual esposa es licenciado en Dirección Orquestal por la Universidad Nacional de La Plata. Dirigió más de veinte años la Banda Sinfónica de la Provincia de Córdoba y estuvo al frente de la Orquesta de Cuerdas de la Municipalidad, También fue Secretario de Cultura de la Provincia y ha dirigido a formaciones de diferentes lugares del mundo. Ya retirado, Daniel nos cuenta que su hobby son los chistes - le gustan desde chico y se los acuerda por temas-; y que todavía sigue componiendo “cosas raras”, aclara.
Entre chistes y anécdotas comparte, en esta entrevista, sobre los inicios y el presente de su relación con la música.
-¿Cuándo y cómo nació su interés por la música?
- La primera relación que yo tuve con la música fue cuando tenía aproximadamente un año. Mi tío ponía esa música que llaman clásica erudita y cuentan que yo silbaba y que me gustaba mucho. Después, a eso de los seis años empecé a estudiar guitarra. Comencé tocando folklore argentino, pasé por el “chequendengue” para bailar, de aquella época, después bosa nova a eso de los diecisiete años hasta llegar a géneros más complejos.
-¿Cómo llegó a ser Director de Orquesta?
- En realidad mi idea era estudiar física pero hubo dos hechos que coincidieron que hizo que cambiara de rumbo. En el ´72 estuvieron en Neuquén Les Luthier y los fui a ver. Me acerqué, charlé con ellos y me contaron de sus profesiones y me dijeron que había una carrera de música en La Plata, de hecho Carlos López Puccio había estudiado la Licenciatura en Dirección de Orquesta. Justo tenía unos amigos que se iban a estudiar a La Plata entonces les pedí que me mandaran el programa. Lo que me entusiasmó no fue la carrera sino el programa. Cuando lo vi me di cuenta de que justo tenía todo lo que yo quería saber sobre música. Ni sabía lo que iba a hacer después, ni siquiera había visto una orquesta antes. Lo que más me interesaba era estudiar composición y así descubrí esta carrera. También estudié contrabajo para conocer un instrumento de orquesta. Cuando me recibí ya había dirigido alguna vez, en la orquesta de Avellaneda, asique supe que lo que quería hacer era dirigir. Tenía la teoría pero la práctica es otra cosa, es comunicarse con las personas, con la técnica no alcanza. Apenas recibido me aceptaron desde la sinfónica de Boston para hacer un curso de dirección durante dos meses y ahí profundicé la parte de la expresión, de la comunicación, vi otro punto de vista.
Cuando volví le pregunté a un profesor para ver la posibilidad de un trabajo que mejorara mi ingreso ya que ya estaba casado y teníamos una hija. Me dijo que no había orquesta pero que me podían ofrecer una banda. Le pregunté si se trataba de una banda militar o de policía, era una banda sinfónica. Nunca había visto una, no conocía sus instrumentos, no estaba convencido pero me ofrecieron más del doble de dinero de lo que yo necesitaba asique a los 22 años yo estaba en Córdoba dirigiendo la Banda Sinfónica de la provincia.
-¿Y cuál es la diferencia entre una orquesta y una banda?
- La banda es un grupo de instrumentos de viento y percusión y la orquesta tiene instrumentos de cuerdas básicamente, y algunos de viento y percusión. Y su historia, su origen también es distinto.
-¿En qué consiste, específicamente, el trabajo de un director?
-Estudiar la partitura para saberla y conocerla antes de llegar al primer ensayo, tomar las decisiones de cómo se va a querer largar las notas, las frases; se trata de un trabajo de estudio y de decisiones con respecto al estilo y la interpretación. Debe interpretar qué quiere decir lo que está escrito, de acuerdo a la época en que se escribió o si se trata de una obra contemporánea lograr un acuerdo con la postura del compositor, interpretar al autor. Cada estilo, cada obra, cada compositor tiene su característica y por otro lado existen recursos diversos dentro del organismo entonces el director guía. Los músicos pueden tocar solos, pero lo importante es que toquen igual. Que sea igual el largo de la nota, la afinación, ver cómo deben tocarse dos instrumentos que tienen timbres diferentes al unísono como una trompeta y un oboe por ejemplo, para que los dos toquen igual. La mayoría de las cosas se establecen y se trabajan en los ensayos.
El Director se empezó a hacer necesario cuando la música se empezó a hacer compleja y cuando hubo más músicos. Los que están al fondo no escuchan bien a los de adelante entonces el director hace de guía para balancear el sonido de los distintos instrumentos. La expresión es lo más importante por eso los gestos de la cara, del cuerpo, eso es lo que hace que en un concierto toquen juntos. Y para dirigir se requiere de mucha concentración.
De todas maneras, yo en realidad mejor que buen director soy buen organizador, apuntador, me gusta el marketing, siempre he buscado innovar y lo sigo haciendo.
-¿Qué música le gusta? ¿Cuál escucha hoy?
-Siempre me gustó mucho el rock. Lo primero parecido al rock que me acuerdo que escuché, porque en mi época había música popular argentina para bailar, fue Manal y Almendra. Es lo que primero salió y lo escuchaba por la radio. También escuchaba heavy, Led Zeppelin, The Who. Después tuve otros intereses como el jazz y alguna música clásica, algún Mozart, pero al pasar.
Hoy escucho mucho tango y folklore argentino. También me gusta mucho la música étnica, hindú pero lo que más me llega afectivamente son los valses criollos, ya sean venezolanos, peruanos. Me gustan simples, tocados o cantados.
-¿Canta?
-Mal, los músicos se me burlan porque tengo un timbre feo de voz. Sí toco la guitarra de vez en cuando pero soy muy mal cantante.
-¿Qué es la música para Daniel Schapiro?
-La música es una de las manifestaciones humanas de comunicación de afectos, sentimientos, ideas que no pueden ser expresadas con palabras, situaciones que se expresan con sonidos que, quizá se pueda pero, hay quienes no quieren y quieren expresarlo de esa manera. Es una expresión que se manifiesta. Es sonido manifestado en el tiempo.
- ¿Se puede clasificar a la música en buena o mala? ¿Qué opina de la música popular?
-Si uno se pone a hilar fino hay cosas que no están muy bien hechas, a partir de cómo se distribuyen los elementos, los cambios armónicos, de cómo están ordenados. El problema no es que sea simple, sino que a veces la ejecución es desafinada o a destiempo. No me gusta hablar de música mala pero cuando uno escucha al Cuchi tocando el piano, al chango Farías Gómez, a Spinetta, uno dice esto es bueno. Por más que no impacte afectivamente uno se da cuenta de que está muy bien. Existe música para bailar, otra para escuchar y para ello hay que prestar atención, estar concentrado, relevar los elementos, analizar. La música sucede en el tiempo. La música es figurativa, significa en si misma, entonces todos los elementos que se repiten hacen que uno reconozca, re-conozca, lo que ya se ha escuchado y lo nuevo que aparece. Hay que entender su lenguaje. Por ejemplo en el jazz, que es música más compleja, hay que entender las improvisaciones, de dónde salen, etc.
Con respecto a la música popular, la mayoría tiene letra. Son más reiteterativas pero no se puede generalizar. Hay música para cada cosa. Además hay música para cada afecto, para cada personalidad y para cada edad. Cuando la gente critica al cuarteto por ejemplo yo pregunto: ¿Con qué bailarías? ¿Con Bach? No. Con rock, pop, cumbia, ritmos bailables. Cada música cumple una función.