La provincia de Córdoba adhirió a la Ley Nacional 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis, y que fomentará el autocultivo y obligará a las obras sociales a garantizar el aceite de cannabis a los pacientes que lo necesiten para sus tratamientos, entre otras cuestiones.
Sobre esta adhesión, conversamos con el Dr. Jorge Sesin, profesor titular de Farmacología, en nuestra Facultad de Ciencias de la Salud.
"Existen patologías donde los derivados del cannabis estarían justificados y se encuentran en estudio actualmente. Hay que hacer la aclaración que los cannabinoides pueden obtenerse de la planta (cannabis sativa), pero también en forma sintética y endógena (de nuestro propio sistema endocannabinoide). De la planta existen aproximadamente 480 alcaloides de los cuales una ínfima parte están en estudio (THC, Cannabidiol (CNB), cannabinol, sintéticos análogos (CP55, 940, HU- 210, WIN, etc.), agonistas selectivos del receptor (CB): ACEA, ACPA, etc.), endógenos: Anandamida (Araquidoniletanolamida) y 2-araquidonilglicerol, y antagonistas: SR141716, LY320135, etc", explica el Dr. Sesin.
Y aclara: "el uso como marihuana medicinal los incluye a todos y la intención de los estudios es evitar su efecto adictivo y la generación de tolerancia (para obtener igual efecto se debe aumentar la dosis), estos efectos los presenta en forma rápida el THC y en menor medida el cannabidiol, no así los otros estudiados hasta ahora".
¿Cómo podría proveerse de forma adecuada para controlar la finalidad de este consumo?
Como todo medicamento se debe estudiar: la forma de administración, dosis, reacciones adversas, contraindicaciones y tiempo de uso para evitar tolerancia y adicción. En un futuro si los estudios lo avalan, tendrían que ser indicados y controlados exclusivamente por médicos especializados.
La marihuana puede ser usada en forma inhalada, ingerida, tópica y colirios, actualmente todas estas formas tienen sus problemas, por ejemplo, no se puede usar inhalada como broncodilatadora, colirios porque no se absorbe, tópica por mala absorción, ingerida, porque su absorción es escasa, además de que se deberían usar dosis más elevadas.
¿Qué reparos marcaría ante la adhesión de Córdoba a esta ley?
La ley está dirigida a pacientes específicos, el problema de esto es que la sociedad ya cree que está autorizada en su consumo, despenalizada y esto no es real. Esta ley habría que revisarla y analizarla detenidamente, porque de esta forma solo logra que quien la use en forma lúdica crea que ya está autorizado su uso y también muchos jóvenes creen que porque es medicinal no es malo y comienzan su consumo.
El uso medicinal seria solo para quien lo necesite por su patología específica, indicada por un médico especializado, que debe determinar su forma de uso, dosis, etc.
Además, se debe informar de todo lo que la marihuana produce, antes de la ley debieron hacerse campañas de prevención y esto no pasó. El creer que como marihuana no daña o no mata por su consumo, es una falacia. Daña el cerebro, corazón, pulmones, entre otros. Su uso en la conducción de vehículos disminuye las reacciones dos a tres veces más que el alcohol. La ley de marihuana medicinal no autoriza el uso lúdico.
¿Hacia qué aspectos usted considera que se debería destinar más recursos relativos a investigación sobre el tema?
La investigación de cannabis esta recién comenzando, debe considerarse desde el punto de vista médico sus efectos farmacológicos seguros, eficaces, dosis exactas y patologías donde pudiera aplicarse. Actualmente está en discusión la cantidad de patologías que sería efectiva. Tiene que ser estudiado siguiendo el método científico.
También estudiar drogas sintéticas y endógenas, más que los derivados de la planta, ya que es muy difícil de retirar el THC que es adictivo y genera la dependencia a esta droga. Para poder usarse como medicinal se debería evitar estos efectos adversos, de tolerancia y adictivos.