Derecho a la salud mental

Están las leyes pero falta un sistema más inclusivo.

Imagen: Confederación Salud Mental España

Bajo la consigna Del dicho al hecho... ¿Qué pasa con nuestros Derechos? un colectivo de ciudadanos pide por segundo año consecutivo, que se cumplan las leyes vigentes de salud mental y convocan a una marcha. El grupo está  compuesto por estudiantes, trabajadores, profesionales, organizaciones estudiantiles, civiles y políticas; que vienen construyendo un espacio de participación,  reivindicación y problematización en la comunidad sobre la situación de la Salud Mental en nuestra provincia. El próximo 8 de octubre a las 18 h se invitan a congregarse en Colón y Cañada para marchar hasta la Ex Plaza Vélez Sarsfield. Desde el viernes ya se están realizando actividades alusivas a la marcha.

Las leyes no se hacen efectivas

Ya pasaron cinco años desde la sanción de las leyes de Salud Mental Nacional y Provincial pero el Colectivo plantea que, hasta ahora, las políticas y programas llevados adelante por el gobierno de la Provincia. Presentaron un documento en el que indican que no se condicen con los enormes desafíos que implica una transformación estructural del sistema de salud. Señalan también que no se avanzó en iniciativas que permitan la sustitución de los manicomios, que no se abrieron dispositivos que habiliten la atención del usuario con alternativas al encierro y que no se fortalecieron los equipos interdisciplinarios de salud mental en las comunidades ni en los hospitales generales.

¿Qué plantean las nuevas leyes en esta materia? El citado documento indica que en los últimos años se han generado importantes avances y tanto la ley nacional Nº 26657, como la ley provincial N° 9848 son un paso para lograr una política de Estado en salud mental para nuestro país. Son leyes que amplían derechos y garantizan el acceso a los servicios de salud mental. Se trata, del reemplazo del viejo paradigma que excluye a las personas con padecimiento mental en los manicomios y que se ha centrado en la peligrosidad y en la irrecuperabilidad, por otro centrado en la posibilidad de que todos/as podamos convivir en comunidad y desarrollar nuestros proyectos de vida. Cambio que implica un enorme esfuerzo de transformación de nuestras instituciones y de revisión de prácticas y procesos de trabajo al interior del campo de la salud mental.

Por eso, el Colectivo aclara en su comunicado que la persistencia de prácticas discriminatorias y manicomiales, la excesiva judicialización de las problemáticas del campo, la psiquiatrización de la pobreza, la ausencia de dispositivos no manicomiales desplegados en la totalidad del territorio provincial, la inexistencia de mecanismos de control autónomos, la carencia de recursos y la vulneración de derechos siguen siendo marcas de nuestro sistema de salud mental a pesar de los nuevos marcos normativos.

Situación actual, situación real

Cecilia Berra, docente de nuestra carrera de Psicología sostiene que el documento reúne claramente los problemas "persistentes"; expresión que debe entenderse como aquello que el nuevo marco normativo pretende transformar. Se trata de una descripción que resume lo que históricamente ha caracterizado las prácticas en un campo que inicialmente fue asumido por la psiquiatría y a partir de mediados del siglo pasado empezó a concebirse como salud mental. Sin dudas, está en clave de conceptualizaciones actuales pero en los hechos presenta lo que desde siempre ocurrió: el tratamiento de la enfermedad mental en instituciones monovalentes (éste es un punto que se cuestiona desde fines del siglo XIX) y la invisibilización del padecimiento subjetivo de extensos grupos poblacionales sin acceso a la atención de los problemas ni a condiciones de vida "dignas", que prácticamente es sinónimo de "saludables".

El documento también indica que desmanicomializar no es más que abrir las instituciones a la comunidad y crear nuevas formas de acompañar para que tengan como centro el respeto a los derechos humanos. Desmanicomializar no es retiro del Estado para que los privados puedan ampliar sus posibilidades de lucrar. Todo lo anterior implica ampliar la participación de grupos que tradicionalmente han sido excluidos y restringir el margen de decisión de los que hasta ahora han concentrado las decisiones en este sector” Y por tanto desde este Colectivo entienden que la estigmatización de un diagnóstico de enfermedad mental es una restricción de la autonomía y una negación del trato igualitario que resulta ilegítima e incompatible con la igual dignidad y capacidad de las personas para realizar su plan de vida. “Se trata de un problema muy complejo y fuertemente arraigado en concepciones y prácticas, sostenido por potentes intereses”, aclara Berra. Por lo tanto, su transformación no puede ser lineal ni sencilla.

Para la docente “es preciso una muy fuerte voluntad política, que se exprese en acciones integrales y sin duda hay claros lineamientos que establecen la necesidad de determinar prioridades, plazos y metas. Ninguna acción aislada dice o aporta nada por sí misma, si no está claramente articulada en un plan. Otro aspecto imprescindible es la inversión presupuestaria: no hay transformación posible sin establecimiento de prioridades, planificación e inversión.

En la provincia de Córdoba hay indicadores claros de que Salud Mental no es una prioridad: el presupuesto, la estructura de gestión y la infraestructura se reducen, comenta Berra. Por lo tanto se "dispensa" la atención más concentrada (médico, hospital, medicación, internación) para los problemas que llegan agravados y no se avanza en redes de atención próximas adonde esos problemas se producen, para contener a tiempo o recibir después que se superan los momentos más agudos del padecimiento. “El campo se amplía en profundidad y extensión si pensamos en condiciones de vida dignas y saludables o promover salud y bienestar”.

Desvelos, nuestro Centro de Psicología apoya la marcha

Desvelos está conformado por estudiantes y egresados de nuestra carrera de Psicología, pero tiene la particularidad de ser abierto a estudiantes de otras carreras, facultades y universidades de Córdoba. El grupo surgió a partir de la noche del 4 de diciembre de 2013 en el que “un grupo de estudiantes nos reunimos para reflexionar acerca de lo acontecido –cuenta Pablo Salcedo, egresado de psicología. A partir de eso se generaron diversos encuentros, debates y discusiones que culminaron en lo que hoy es Desvelos. La idea fue crear un espacio de compromiso en la construcción de un orden social más justo, mediante la formación de graduados y graduadas competentes y comprometidos con nuestra realidad social. Para nosotros es un espacio abierto, democrático, horizontal, en el cual hay una apuesta con respecto a la lucha contra la injusticia social en materia de Derechos Humanos, la vulnerabilidad, criminalización de la pobreza, exclusión y diversas problemáticas sociales actuales y que constantemente nos interpelan”.

El año pasado se realizó en nuestra provincia la primera marcha por el Derecho a la Salud Mental. Desde “Desvelos” participamos en la comisión organizadora de la misma en conjunto con usuarios, estudiantes de diversas universidades y carreras, trabajadores, profesionales, organizaciones estudiantiles, civiles y políticas, entre otros. Este año, se vuelve a realizar la marcha para continuar con el proceso de rescatar la importancia de reclamar por una plena implementación de las leyes y políticas de Salud Mental.

Desde la organización de la marcha invitan a participar en esta acción,La salud mental nos compete a todos. 

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