Fabricio I. Luis Losi nació en Trenel, un pueblo rural de La Pampa. A fines de la década del '80 llegó a Córdoba para estudiar en la Católica la carrera de Abogacía y hoy, nuevamente en su provincia natal, alcanzó la presidencia del Superior Tribunal de Justicia.
¿Cómo fue el camino profesional hacia el máximo cargo del Poder Judicial provincial?
Cuando me recibí de abogado en la UCC retorné a La Pampa y tras un año y medio ingresé al Poder Judicial como secretario de Instrucción. Allí comenzó mi carrera, en la que tuve pasos como fiscal de Instrucción, juez de Instrucción y también de la Cámara del Crimen. Posteriormente fui propuesto para el STJ. Soy ministro desde hace tres años, y ahora me toca ocupar la presidencia, un cargo que es rotativo entre los cinco miembros del Tribunal. El STJ atiende los recursos extraordinarios, donde generalmente solo se discute el derecho, no los hechos, y habitualmente intervengo en la Sala Penal. Pero además, el STJ tiene las funciones de gobierno y superintendencia sobre todo el Poder Judicial.
¿Por qué desde La Pampa eligió venir a la Universidad Católica?
Era común, y con el correr del tiempo aún más, que los pampeanos fueran hacia Córdoba para estudiar. Fui con mi mejor amigo, quien tenía una familiar que cursaba la carrera de Medicina en la Católica, quien nos dio muy buenas referencias.
¿Qué le aportó la UCC a su formación?
Técnica, orden y una columna vertebral que solo puede brindar la formación filosófica, herramienta fundamental para quien quiere ser funcionario judicial. Desde lo humano, me dejó vínculos para toda la vida y muchos amigos con los cuales aún tengo trato frecuente. Principalmente por esta calidad humana que destaco, mi hija comenzó a estudiar en la UCC.
¿Qué desafíos afronta el Poder Judicial?
Hay una imagen -sesgada por lo que pasa en un sector particular a nivel federal capitalino- un tanto alicaída de la Justicia. No se puede negar y así lo marcan las encuestas. En las justicias provinciales la realidad es otra, principalmente en la organización, y por lo general hay mejores niveles de satisfacción. Hay un proceso de oralidad y publicidad de audiencias, que se afianzó en el sistema penal, pero que se va a ir trasladando al resto de los procesos. Un sistema de mediación prejudicial integral. En particular en La Pampa, hay instrumentos que nos han permitido acercarnos a la comunidad, por ejemplo, con las escuelas secundarias asistiendo a debates o audiencias para que conozcan desde adentro a los actores del sistema.
¿Y qué se puede hacer para cambiar esa imagen?
El juez actual ha cambiado el paradigma, es más cercano a la sociedad. Antes se decía que el juez hablaba por la sentencia y podría seguir siendo así, nada tiene de reprochable quien siga pensando y actuando así, pero otros magistrados han asumido un rol distinto, donde a veces dialoga con el periodismo, con la comunidad, algo que particularmente me parece bien. Una buena explicación puede aportar mucha claridad. En nuestra provincia las sentencias están de forma inmediata subidas a la web. Eso ayudó a transparentar y generar otro vínculo con los medios y la sociedad en general. En varias provincias argentinas ya funciona el juicio por jurados, una forma de participación ciudadana prevista en la Constitución y recientemente legitimada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El rol actual del abogado, ¿respeta el espíritu de ser un auxiliar de la justicia?
En La Pampa, de donde puedo opinar por mi experiencia, al ser chico el medio es más fácil la convivencia porque nos conocemos todos y eso, en muchos casos, evita artimañas. Por supuesto que existen los artilugios procesales, muchas veces enfrentados con la ética. En los nuevos sistemas procesales penales, de tinte acusatorio, van desapareciendo muchos recursos durante el proceso de instrucción -como el de apelación- y la llegada al juicio propiamente dicho es mucho más fácil y rápida.
¿Se respeta la independencia de poderes en Argentina?
Se cree que la independencia de poderes solo se logra con mayor presupuesto y no pasa todo por ahí. Una sentencia sólidamente fundada en pruebas objetivas, es inmune a cualquier forma de presión. Un juez que sentencia conforme a derecho y a las reglas de la lógica, es muy difícil que pueda ser atacado en su independencia. Hay que tener buena formación y llevar las causas en los tiempos que corresponden. El juez no es ajeno a la presión social, pero debe estar preparado para soportarla.
¿El ambiente del derecho está superpoblado?
Cuando empezás a estudiar te encontrás con un mundo donde parece que está repleto de profesionales, pero no creo que sea un buen consejo el desaliento a los chicos a que sigan la carrera de Derecho porque los ámbitos se van ampliando y siempre hay nuevos requerimientos para la profesión. La abogacía es muy versátil. Yo por ejemplo no me había imaginado llegar hasta este lugar. Sinceramente no tenía en claro ni el lugar donde me iba a radicar al terminar de estudiar, pero los caminos se fueron abriendo. La clave está en la sólida formación académica durante los años de cursado de la carrera, época que nunca más se va a repetir en la vida del profesional con una dedicación plena al estudio. Y elegir una buena Universidad donde desarrollar las potencialidades.