CORONAVIRUS :  Información actualizada, medidas y contactos.  

Noticias UCC

La argentinidad de las Islas Malvinas

Publicado el 04/04/2017 en Noticias UCC

A partir de la década de 1930, en el contexto de la crítica al imperialismo británico, empezó a aparecer en algunos sectores de la clase política la idea de la recuperación de Malvinas como una cuestión de "Honor nacional", pero no necesariamente de reclamo popular. Sin embargo, a medida que transcurre el siglo esta causa va cobrando mayor popularidad, en sectores cada vez más amplios de la sociedad.

En tanto, en el ámbito diplomático, se concretaron negociaciones como fue la resolución Nº 2065 adoptada por la Asamblea General, en 1965, en la que se tomó nota de la "existencia de una disputa entre Argentina y el Reino Unido acerca de la soberanía de las isla y se invitó a los gobiernos respectivos a proseguir las negociaciones recomendadas por el Comité Especial, a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo en cuenta los objetivos de la Carta de la ONU, así como los intereses de la población de las Islas Malvinas".

La decisión de atacar

La dictadura militar que gobernaba la Argentina en 1982 sustentaba una parte significativa de su apoyo social en un exacerbado sentido del patriotismo. A principio de los años 1980, el modelo económico de la Junta militar se agotó, con las subsiguientes tensiones sociales. Ante esta crisis económica, social y política, la decisión de recuperar las islas se pone en marcha con objeto de recuperar el crédito perdido ante la sociedad.  

Pero la Junta no tuvo en cuenta elementos geopolíticos y diplomáticos esenciales a la hora de tomar tal decisión. Entre otras cosas, subestimó las estrechas relaciones de Estados Unidos con el Reino Unido, que trascienden el marco de la OTAN; que el Reino Unido es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, con derecho a veto; y también su potencial y la habilidad militar por la que, por varios siglos, fue la Armada más poderosa del mundo. Tampoco tuvo en cuenta el contexto de la Guerra Fría ya que no era probable que la comunidad de naciones viera con buenos ojos la resolución violenta de un conflicto localizado porque eso podría legitimar y desencadenar un racimo de guerras regionales a nivel mundial. Por otro lado, 1982 era año electoral en el Reino Unido. Si en algún momento estuvo en duda responder o no, la proximidad de los comicios impedía que una humillación así fuera sometida a negociaciones. Según una encuesta, el 28% de la población británica declaró que el asunto de las Malvinas iba a ser su elemento fundamental a la hora de decidir el voto.

El después de la guerra

Para cambiar el foco de la cuestión desde los centros de la decisión política hacia la sociedad argentina, podemos recurrir a una pregunta cuya respuesta solo suscita más interrogantes: ¿por qué y cómo la reivindicación territorial-diplomática de Malvinas desembocó en una guerra internacional?

Este ambicioso interrogante es un disparador que puede sintetizarse en ¿cómo fue posible la guerra? En verdad, las guerras no se viven del mismo modo en la historia y en el mundo; ni siquiera un mismo pueblo pondera sus experiencia bélicas de la misma forma. Pero por su dramatismo y arbitrariedad, las guerras son muy proclives a convertirse en hitos y quiebres de las certezas, sobre todo cuando terminan en derrota. Las elaboraciones de estas experiencias que a través del recuerdo encaran los pueblos, nos abren a una dimensión vital para la existencia de una nación y para la reproducción y proyección de una sociedad. Y este interrogante conlleva el supuesto de que los argentinos hemos construido distintas imágenes de Malvinas y distintos lugares para ellas en la narrativa histórica y también en la personal.

"Malvinas" sería entonces un vehículo construido para expresar una presencia y una historia tumultuosa, inquietante y frecuentemente sanguinaria. "Malvinas" es una ventana hacia los modos en que los argentinos nos hemos habituado, a veces de manera imperiosa, a vivir, pensar y actuar, a imaginarnos el mundo y a nosotros en él.

No podríamos terminar esta serie de indagaciones sin formularnos una última pregunta clave: ¿qué hicimos los argentinos con Malvinas después de enterarnos de la rendición? Efectivamente, este símbolo de unidad comunitaria argentina se transformó, literalmente, de un día para otro en un símbolo de vergüenza y antagonismo. En este pasaje de la viva voz al silencio y del aplauso a la denostación, llaman menos la atención los argumentos que solían esgrimirse, que el giro encarnado, en el antes y el después de la guerra, por prácticamente los mismos protagonistas. ¿Cómo fue posible ese viraje y qué efectos tuvo en el concepto de Nación y en la vigencia del símbolo Malvinas?

En este marco, es casi ineludible el tema de aquellos jóvenes conscriptos que participaron en la guerra, tanto en las cambiantes imágenes que la sociedad fue elaborando sobre ellos, como en la  práctica política, que aún hoy no ha dado una respuesta a su problemática.

Después de la rendición, estos jóvenes pasaron de ser la avanzada patriótica, a las víctimas  de una dictadura que se batía en retirada. Más adelante, se fue gestando una imagen rodeada de silencio muy parecida al olvido, como si la guerra fuera un asunto solo de los militares y la Argentina no hubiese estado en guerra; y como si recordar a los caídos y reconocer un lugar a los sobrevivientes fuera solo un asunto de instancia privada. Entonces comenzó la lucha de los "veteranos" agrupándose, fundando asociaciones, reclamando su lugar... Esta lucha continúa y mientras se desarrolla cobra aún más fuerza este pensamiento de Juan Pablo II: Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay verdadera paz sino viene acompañada de equidad, verdad, justicia, y solidaridad.

En suma, aquí se ha pretendido reflexionar sobre la argentinidad de las Islas Malvinas que, en el desasosiego y en la esperanza, nunca han dejado de estar con nosotros, incluso hasta en la muerte.


Por Delia Otero, docente de nuestra Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

Compartir en:


Noticias UCC

CARRERAS
FACULTAD DE CIENCIA POLÍTICA Y RELACIONES INTERNACIONALES

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Licenciatura en Ciencia PolíticaCarrera de grado / RM 4270/17. Licenciatura en Relaciones InternacionalesCarrera de grado / RM 4271/17. Licenciatura en Gestión Pública (Ciclo)Ciclo de complementación curricular.

POSGRADOS
FACULTAD DE CIENCIA POLÍTICA Y RELACIONES INTERNACIONALES

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Doctorado en Política y GobiernoCarrera presencial. El dictado será presencial mediado por tecnologías, mientras dure el período de emergencia sanitaria. Inicia el 21 de abril de 2022 Maestría en Gestión PolíticaCarrera presencial. El dictado será presencial mediado por tecnologías, mientras dure el período de emergencia sanitaria. Inicia en agosto de 2022 Doctorado en Relaciones InternacionalesCarrera presencial. El dictado será presencial mediado por tecnologías, mientras dure el período de emergencia sanitaria. Inicia el 15 de abril de 2022
Notas relacionadas

Agenda

Comunidad UCC

Facebook Twitter Youtube Instagram LinkedIn
Whatsapp Oficial Universidad Católica de Córdoba
?>