Quienes encontramos nuestra vocación y pasión trabajando vinculados a las empresas, nos hallamos con una realidad muy similar: la mayoría de estas organizaciones son empresas de familia. Se calcula que en nuestro país alrededor del 80 % del entretejido empresarial, cumple estas particularidades.
Este tipo de compañías tienen características propias que le son únicas debido a que están enlazadas la empresa y la familia. Así, quienes estamos relacionadas a ellas debemos tener en cuenta esta particularidad, ya que casi obligadamente en algún momento nos veremos comprometidos a dar respuesta o interferidos en nuestra labor, por alguna de estas cuestiones que le son propias. Esto es así, independientemente de la circunstancia que nos una: ya sea como miembro de la familia, como profesional, como fundador, como accionista, proveedor, etcétera.
La razón es porque ambos sistemas se influyen constantemente y si bien logran alcanzar un equilibrio este les es posible en un corto-mediano plazo, ya que cualquier modificación en alguna de las partes modifica a la otra.
La manera en que ambos sistemas se relacionan dependerá de cada familia empresaria, pero inexorablemente influirá e impactará tanto en los aspectos técnicos de la gestión empresarial como en las relaciones de la familia empresaria.
AGREGAR VALOR
La empresa y la familia son sistemas vivos y dinámicos. Así como la empresa va evolucionando acorde a su ciclo de vida, la familia empresaria también va creciendo y modificándose, dando lugar a alteraciones que implican dar soluciones acordes a las necesidades que transita esa empresa familiar en particular y también a la familia empresaria.
Quien alguna vez no se ha encontrado aconsejando u opinando acerca de cómo remunerar de manera equitativa a los hijos, cómo hacer para despertar el espíritu emprendedor entre ellos, cómo elegir el próximo líder, cómo poder transitar exitosamente el cambio generacional, como trasmitir los valores a las futuras generaciones, cómo respetar la vocación de los hijos sin que la empresa desaparezca cuando ellos no quieren ingresar en la organización, cómo generar espacios de diálogo y establecer reglas claras, entre otras tantas cuestiones.
Poder dar respuesta, a través de soluciones que agregan valor, implica adquirir determinadas competencias y herramientas, tanto desde la faz de técnica como desde el lado humano.
Cualquiera sea el lugar desde el que nos toque actuar, podemos agregar valor si tenemos las distinciones adecuadas a través de los conocimientos específicos, destrezas y habilidades para poder dar soluciones a medida.
Esta temática se nutre de distintas visiones y profesiones, cada una aporta desde su enfoque particular logrando así una visión interdisciplinaria.
Incorporar este conocimiento, nos desafía a aprender de distintas profesiones, a dialogar, a debatir, a encontrar puntos en común, a retar nuestros modelos mentales, a incorporar nuevas herramientas, a enfrentar las brechas generacionales para poder comprenderlas y desde allí habremos adquirido los instrumentos necesarios para poder contribuir a través de nuestro aportes a la continuidad y fortalecimiento de la empresa familiar y la familia empresaria.
Diplomatura en gestión de la empresa familiar y profesionalización de la familia empresaria.
Cursado presencial los días viernes de 18 a 22 y los sábados de 9 a 13 h. Inicia 5 de agosto.
ecocursos@uccor.edu.ar tel 0351-4938000 int 406 de 8 a 15 h.
Compartir en:Noticias UCC |
---|
Notas relacionadas |
---|
CARRERAS
SIN ASIGNAR
POSGRADOS
SIN ASIGNAR
Agenda |
---|